Mariano Fortuny, con su arte y su receta supersecreta, diseñó el Delphos, un vestido de seda natural plisado con una finura excepcional. Este plisado le otorgaba elasticidad al tejido y hacía que el vestido se ciñera perfectamente a la silueta. Las mujeres de la década de 1930 se fascinaban con esta pieza, que se convirtió en una obra de arte y un ícono de la moda.
Décadas después, Issey Miyake, contemporáneo a nuestra época e inspirado por Fortuny, desarrolló su propia tela y método para plisar, esta vez utilizando materiales 100% sintéticos. Los resultados fueron alucinantes. Las últimas colecciones de plisados de Miyake flotaban al compás de las modelos que se deslizaban por la pasarela, mostrando plisados espigados, cruzados, y estampados, saltando en la pasarela. Para mí, es una emoción ver estas piezas de arte textil. Miyake, con sus ideas tan obvias y a la vez tan innovadoras, es inigualable. Es increíble cómo logra transformar conceptos aparentemente simples en obras sofisticadas y geniales, algo que solo él, con su capacidad de materializar sus ideas, podía hacer.
Humildemente, he incursionado en esta técnica de modificación de tejidos. Aprendí a plisar y logré crear piezas maravillosas a partir de telas que antes no tenían gracia.
Hace un tiempo, me enteré por mi tía Aida que el hermano de su padre, mi tío abuelo, tenía una fábrica de plisados en la provincia de Buenos Aires. Ya no queda nada de eso, según lo que pude averiguar. Me quedo pensando si este arte que conocí y al que me dedico es parte de una herencia en mi ADN. Además, me enteré de que otro tío abuelo era tintorero, especializado en teñir trajes de luto. No conocí a ninguno de los dos, pero llevo su arte conmigo. ¡Qué suerte finalmente haberlo descubierto! ¿Será por eso que cuando hago plisados y teñidos y veo los resultados, suspiro de felicidad?
Volviendo a Issey Miyake, mi amado y admirado diseñador, quien nos dejó el año pasado pero nos legó mil ideas concretadas y muchos estímulos, junto con la sensación de que todo se puede crear. La técnica de plisados de Issey Miyake ha sido un sello distintivo de su trabajo durante décadas, convirtiéndose en una fuente de inspiración para diseñadores de todo el mundo. Los plisados de Miyake son una verdadera obra de arte, logrando crear una apariencia futurista y elegante en cada una de sus creaciones.
Mariano Fortuny e Issey Miyake han demostrado que el plisado puede ser una técnica respetuosa con el medio ambiente, al utilizar materiales sostenibles y crear prendas duraderas que pueden ser utilizadas por años. Ambos han creado prendas con plisados que van más allá de lo estético, utilizando esta técnica para lograr mayor funcionalidad y comodidad en la ropa, sin sacrificar la belleza y la elegancia.
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